miércoles, 23 de marzo de 2016

Obesidad infantil

Ante todo se debe explicar que Obesidad infantil es el niño cuyo peso corporal se encuentra por encima de su peso ideal, el cual corresponde a su edad, un exceso de grasa acumulada en el tejido adiposo. Ese exceso de grasa debe superar el 20% del peso ideal, el cual dará el resultado de acuerdo a su talla, su edad y su sexo. Este es un cálculo simple para comprobar si un niño está padeciendo de Obesidad infantil.

Características de la obesidad infantil

Características de la obesidad infantil. A partir de los dos los de edad y hasta los cinco se multiplica su edad por dos. A su resultado se le suma el número ocho. Sin embargo se debe tener en cuenta que este cálculo fácil no resulta exacto, pues para ello será su médico pediatra quien cuenta con el calculo perfecto, tras lo cual se puede conocer con exactitud cuál es el peso corporal ideal para el niño en cuestión. Mas allá de ello es importante conocer también cuales son las causas de la Obesidad infantil, pues a partir de ello se pueden modificar algunas y trabajar sobre otras. El factor hereditario sin lugar a dudas es una de las causas, dado que un niño hijo de padres que sufren de obesidad deberá luchar contra su sobrepeso.

Las causas de obesidad


De hecho que sea una causa hereditaria no significa que deba convivir con esa obesidad sino trabajar para eliminarla. El trabajo necesario para eliminarla no es otro que cuidar los hábitos de alimentación, pues esta es otra de la causas sobre la que se debe trabajar desde que el niño es un bebé, pues apenas comienza a comer alimentos sólidos a los seis eses de edad, comienza a su vez su educación alimentaria, la cual lo llevará a mantener un buen peso corporal o por el contrario a tratarse de un niño obeso. Hoy en día influye sobretodo los hábitos sedentarios cotidianos, pues un niño que transcurre la mayor parte del día mirando la televisión mientras come o juega con los videojuegos no gasta energía y por ende esa vida sedentaria lo llevará a aumentar de peso. Incluso esos hábitos sedentarios lo llevan también a comer alimentos ricos en calorías.

Asimismo también tiene que ver con una cultura obsoleta y arraigada de los padres, pues antiguamente se consideraba a un bebé gordo como un bebé sano, lo cual actualmente se conoce que ese tipo de bebé no es saludable, por el contrario se trata de un futuro niño obeso. De hecho la gordura no es sinónimo de salud sino de presencia de desarrollo de enfermedades graves futuras. Un bebé debe aumentar de peso progresivamente y cuidadosamente. Calculando su peso ideal nunca puede sobrepasar su 20%, ya que se estará tratando de un niño obeso, con todas las afectaciones a las que conlleva esta problemática para el niño que se verá afectado en su salud incluyendo la psicológica. Psicológicamente se le crea al niño una mente confundida, ya que no puede diferenciar sus sentimientos de miedo o enojo con el hambre, pues los padres ante cualquier situación los premian o los invitan a comer e inclusive si bien el bebé debe ser alimentado a demanda, no significa que pueda comer cualquier cosa sino alimentarse con nutrientes.

Esa confusión lo lleva a ser un niño inseguro, una inseguridad que la canaliza con la comida. Raramente un niño obeso es tolerante con sus compañeros de escuela o con sus familiares. Ser el gordo de la escuela o de la familia lo lleva a manifestar con la comida en exceso su enojo. Todo ello continúa exacerbándose a medida que crece, pues al llegar la adolescencia todo se potencia debido a los cambios lógicos durante esta etapa, cambios físicos y psicológicos que se agregan a una ansiedad obvia debido a la Obesidad infantil.